Nuestro sistema inmunológico es muy complicado y todavía no se comprenden del todo, por lo que no hay una sola cosa que se pueda hacer para que sigan funcionando correctamente; son muchos y funcionan juntos de forma holística.
Las deficiencias de vitaminas y de nutrientes pueden desencadenar en una disminución significativa de la función de nuestro sistema inmunológico, permitiendo así la invasión de nuestro cuerpo por un virus. La buena noticia es que ciertos alimentos vegetales pueden ayudar a prevenir – e incluso a tratar – el resfriado común y la gripe. Por supuesto, si usted desarrolla una fiebre alta, tiene problemas para respirar o tiene un repentino empeoramiento de sus síntomas, debe visitar a su médico inmediatamente.
1. Vegetales crucíferos
La rúcula, el bok choy, el brócoli, las coles de Bruselas, la col, la col rizada, la mostaza, el colinabo y los nabos son sólo algunas de las verduras de la familia de las crucíferas conocidas por sus propiedades anticancerígenas. Lo que muchas personas no saben es que estos alimentos también apoyan al sistema inmunológico cuando se liberan isotiocianatos. Los isotiocianatos se crean cuando se mastican o se cortan las verduras, lo cual es una razón por la que se recomienda tomar un batido verde todos los días. Estas crujientes verduras crucíferas también apoyan la actividad de interferón del sistema inmunológico. El interferón es una proteína liberada por las células del cuerpo cuando ha sido invadido por un virus u otro patógeno, alterando las células vecinas para aumentar sus defensas. Por lo tanto, el interferón “interfiere” con la capacidad del virus para replicarse.
¿Qué son las plantas crucíferas?
Las plantas crucíferas son ricas en nutrientes, entre ellos, varios carotenoides (betacaroteno, luteína, zeaxantina); vitaminas C, E y K; folato; y minerales. También son una buena fuente de fibra.
Además, las plantas crucíferas contienen un grupo de sustancias llamadas glucosinolatos, que son componentes químicos con azufre. Estas sustancias químicas son las responsables del aroma penetrante y el sabor amargo de las plantas crucíferas.
2. Ajo
El ajo hace más que mantener alejados a los vampiros, ya que también mejora el sistema inmunológico. Picar el ajo y dejarlo reposar durante 15 minutos antes de cocinarlo y comerlo es necesario porque al aplastar las células de la planta se desencadena la reacción enzimática que activa los compuestos saludables. El ajo estimula ciertos tipos de células del sistema inmunológico como macrófagos, linfocitos, células asesinas naturales, células dendríticas y eosinófilos. Cada uno de ellos tiene un papel importante en el mantenimiento de nuestra salud: los macrófagos engullen los desechos celulares y actúan como carroñeros, limpiando el cuerpo de desechos y sustancias extrañas, mientras que los linfocitos y los eosinófilos son tipos de glóbulos blancos que responden a diferentes tipos de infecciones o inflamaciones (como infecciones virales y reacciones alérgicas); las células asesinas naturales son un tipo de linfocito aliadas en la lucha contra las infecciones virales; y las células dendríticas son células mensajeras del sistema inmunológico.
3. Hongos
Además de ser deliciosos, la levadura y los hongos nutritivos también te ayudan cuando estás enfermo, ya que los hongos descomponen el material orgánico muerto y proporcionan medicamentos como la penicilina. La levadura nutricional estimula el sistema inmunológico pero también suprime la respuesta inflamatoria que podría surgir cuando el sistema inmunológico eleva sus defensas. Una cucharada de levadura nutricional al día reduce la recurrencia del resfriado común en un 25 por ciento, ¡así que no te preocupes! Además, los hongos también son beneficiosos al aumentar la actividad de las células asesinas naturales. Las células asesinas naturales son un tipo de glóbulos blancos que se unen a las células infectadas con virus y las matan (de ahí su nombre). No olvide que debe comer los hongos cocidos, no crudos, ya que contienen agaritina natural, una sustancia potencialmente tóxica que se desactiva al cocinarlos.
4. Kiwi
Cuando es consumido por personas de edad avanzada (típicamente aquellos mayores de 65 años), el consumo de kiwi puede reducir la severidad y duración de un resfriado de cinco a un día. Para los niños en edad preescolar, el kiwi disminuye el riesgo de contraer un resfriado o la gripe en un 50 por ciento. Por lo tanto, añadir kiwi en rodajas a su ensalada no sólo es dulce para sus papilas gustativas sino también para su sistema inmunológico.
5. Bayas
Las bayas como las grosellas indias, los arándanos silvestres, las fresas, las grosellas y las bayas de goji contienen un alto contenido de antioxidantes. Los antioxidantes protegen nuestras células neutralizando los radicales libres que causan daño por el estrés oxidativo. Los antioxidantes que se encuentran en el jugo de la baya del saúco pueden acortar la duración de la gripe, mientras que el resveratrol de las uvas impide que el virus de la gripe se replique. Añadir bayas a la avena o una cucharadita de polvo de grosella india (también conocida como AMLA) a su batido por la mañana no sólo es una gran manera de empezar el día, sino que también podría ayudar a evitar que el próximo virus del resfriado o la gripe le ataque.