La situación climática mundial y el coronavirus están poniendo sobre la mesa de debate mundial la necesidad de un cambio en la alimentación y en la relación del ser humano con su entorno.
La sociedad vegana (y el planeta) está implorando a los políticos la adopción de medidas que fomenten las dietas basadas en plantas, ofrezcan alimentos veganos en los comedores del sector público y apoyen a los agricultores para que dejen de criar animales.
El aumento de los conocimientos y la adopción de alimentos de origen vegetal son necesarios no sólo para la mitigación del cambio climático, sino también para la salud pública, ya que pueden aliviar la presión sobre el servicio sanitario nacional.
Para lograr una tasa de emisiones netas cero solo es posible mediante un cambio hacia dietas basadas en alimentos vegetales, ya que la producción de carne, productos lácteos y huevos genera niveles de emisiones mucho más altos.
¿Es necesario instar a los partidos políticos la inclusión del veganismo en el centro de las políticas alimentarias y agrícolas?
George Gill, director ejecutivo de la Sociedad Vegana, dijo: “Es ampliamente reconocido que comer productos animales tiene un enorme impacto ambiental, sin embargo, esto no se incorpora en absoluto a la política”.
Es necesario que los partidos políticos den un paso valiente para superar la emergencia climática y sanitaria mediante la aplicación de políticas que fomenten dietas verdaderamente sostenibles y basadas en plantas.
Hay que pedir a los partidos políticos que den tres pasos:
- Animar a la población a adoptar una dieta basada cada vez más en plantas.
- Aplicar políticas para que las instituciones públicas, como escuelas, hospitales y centros de atención, ofrezcan una buena comida vegetariana como norma en los menús de todos los días.
- Proporcionar ayuda financiera y práctica a los ganaderos que deseen abandonar la cría de animales para dedicarse a los cultivos para el consumo humano.
En general, los gobiernos y administraciones deberían apoyar a los ganaderos y agricultores que deseen avanzar hacia una agricultura sostenible y ecológica, y paralelamente a sectores que den salida a estos productos como son la restauración, comedores públicos o beneficios fiscales para los establecimientos, sobre todo aquellos que exclusivamente se dediquen a la venta de estos productos.
La investigación de la Universidad de Oxford descubrió que la adopción de una dieta basada en plantas es la “mayor medida” que los individuos pueden hacer por el planeta y EAT-Lancet – el último proyecto internacional de este tipo, revisado por pares – observó que los límites planetarios y la salud humana requieren un cambio hacia las dietas basadas en plantas.
Las Naciones Unidas descubrieron que el ganado por sí solo es responsable de más emisiones de gases de efecto invernadero que todo el transporte mundial combinado, y recientemente pidió que se redujeran en gran medida las emisiones de sectores como la agricultura y ganadería.