Saltar al contenido
💚 CONSUMIR VEGANO

Tópicos sobre las personas que no comen carne

Plato vegano

Luis J. Morán Fagúndez, Universidad Pablo de Olavide

(Apuntes para personas no veganas)

Cuando alguien comenta en público que lleva una dieta vegana o vegetariana asaltan muchas dudas (y críticas) entre los oyentes. ¿No le faltan nutrientes ni energía? ¿De dónde obtiene entonces la proteína o el omega-3 del pescado?

Por suerte, el conocimiento nos permite elegir libremente y hay mucha evidencia científica para responder a estas y otras muchas preguntas. Por eso, es preciso “desaprender” varios conceptos erróneos que son frecuentemente divulgados en la población general.

“Las personas veganas presentan algún tipo de deficiencia de nutrientes”

Sea cual sea nuestro estilo de vida y la opción dietética que hayamos decidido adoptar, lo adecuado es llevar una alimentación saludable que se adapte a las necesidades dietéticas. Por ello, las dietas basadas en vegetales bien planificadas son seguras y saludables, siempre que estén bien pautadas.

El único micronutriente al que debemos hacer mención especial es la vitamina B12 (colabalmina, denominada así por la presencia de una molécula de cobalto central en su estructura). Esta se encuentra únicamente presente en alimentos de origen animal, por lo que en el caso de las personas que lleven un patrón de alimentación vegana, habría que obtenerla a partir de suplementos alimenticios.

Aunque lo cierto es que la deficiencia de vitamina B12 no es exclusiva de personas que se alimentan a base de vegetales. La evidencia demuestra que también puede estar presente en personas que lleven a cabo una dieta poco variada y equilibrada.

Los suplementos de vitamina B12, tomados en dosis adecuadas, son muy efectivos tanto para prevenir como para tratar su deficiencia y, además, son baratos. La ingesta dietética recomendada dependerá de las características de la persona y la frecuencia de consumo puede variar de diaria a semanal. Este es el único caso, por lo que no sería necesario acompañarla con otros suplementos multivitamínicos.

En el caso de los vegetarianos (no veganos) sería suficiente con tomar otros alimentos de origen animal como huevos, leche y productos lácteos y levadura nutricional (también para veganos).

“La dieta vegana no tiene impacto positivo a nivel medioambiental”

El medio ambiente es algo que nos incumbe a todos. En los últimos años se ha desarrollado una mayor y mejor consciencia de la necesidad inminente de cuidar la naturaleza.

Poner en práctica una dieta vegana o vegetariana no solo implicaría llevar a cabo una alimentación libre de alimentos de origen animal, sino también consumir productos y servicios que posean un componente ecológico. Aunque esto no es estricto en el concepto de la dieta vegana, sí suele ir ligado a esta filosofía en gran parte de los casos.

No obstante, en cuanto a la disminución del impacto medioambiental, se observa una alta variabilidad entre individuos. Muchos vegetarianos y veganos tienen mayor impacto ambiental que algunos omnívoros.

Además, independientemente de los beneficios ambientales de las dietas basadas en plantas, existe la necesidad de pensar en términos de hábitos dietéticos individuales.

“Los veganos no consumen suficiente proteína”

La proteína no está presente únicamente en alimentos de origen animal. Hoy en día disponemos de una amplia variedad de alimentos y productos alimenticios ricos en proteínas. Por ejemplo, la soja (texturizada, tofu, vainas), legumbres (garbanzos, lentejas, judías), frutos secos (nueces, anacardos, almendras, pistachos) y semillas (pipas de girasol y calabaza, sésamo, lino, chía).

Es conveniente aclarar que la proteína vegetal posee una digestibilidad menor, ya que para su absorción hay que romper la pared celular de la planta para acceder a ella.

Además, estos alimentos contienen antinutrientes, como los fitatos o los taninos, que pueden dificultar la absorción de algunos nutrientes. Por ello, es importante cocinar correctamente las legumbres y la soja antes de consumirlas, lo que se consigue con remojo, germinación y cocción.

“Es necesario el consumo de carne para estar sano”

Como hemos visto, es posible llevar una dieta sin productos animales a la vez que saludable. Pero es imprescindible organizar de manera correcta la alimentación con el fin de asegurarnos de que se cumplen todas las necesidades nutricionales. Para ello, podemos buscar nuevos alimentos que sustituyan los valores de la carne y el pescado.

Es conveniente dedicar tiempo a informarse y buscar esos alimentos para encontrar un equilibrio saludable. Recordemos que no siempre es saludable la gran oferta de imitaciones de la carne presente en los diferentes comercios.

En la mayoría de los casos son alimentos procesados de mala calidad nutricional que presentan azúcar y sal añadida, grasas vegetales hidrogenadas y aditivos saborizantes innecesarios.

“Ser vegana y estar embarazada es peligroso”

El periodo preconcepcional y el embarazo son etapas vitales importantes donde la alimentación debe ser cuidada de manera minuciosa. El desequilibrio en la cantidad de nutrientes ingeridos puede ocasionar daños en la madre gestante y el bebé.

La evidencia científica disponible muestra que las dietas vegetarianas y veganas bien planificadas pueden considerarse seguras durante el embarazo y lactancia. Pero requieren una gran conciencia para una ingesta equilibrada de nutrientes clave: vitamina B12, hierro, yodo, vitamina D, calcio, etc.

“La alimentación vegana es mala durante la infancia”

En niños y embarazadas, la visita a un dietista-nutricionista estaría más que justificada.

Los estudios realizados en niños y adolescentes de países occidentales que siguen dietas vegetales demuestran que el crecimiento y desarrollo de los menores está dentro del rango normal para su población de referencia.

En definitiva, las dietas vegana y vegetariana son completamente sanas y aptas para las diferentes etapas de la vida, siempre que se planteen de manera adecuada y estén acompañadas de hábitos de vida saludables.

Pero esta idea no es única para este tipo de dietas, sino para todo el conjunto de ellas. De nada serviría estar preocupados por la deficiencia de determinados micronutrientes si llevamos una vida sedentaria, una dieta rica en productos de mala calidad nutricional y nuestro consumo de verduras y hortalizas es bajo.